viernes, 22 de agosto de 2008

3. Reducir el uso de calefacción y aire acondicionado

Es aconsejable utilizar sistemas de calefacción sólo cuando sea estrictamente necesario y no abusar, manteniendo una temperatura al interior de la casa que no sobrepase los 20° C, que es la temperatura que el organismo necesita para sentirse cómodo. En la SEC (Superintendencia de Electricidad y Combustibles) explican que el bajar 1 grado la temperatura se traduce en un ahorro de hasta 9% del consumo energético y podemos evitar 300 kg. de CO2 en la atmósfera por casa al año.
Por otro lado, debemos tener en cuenta que las superficies de cristal son los puntos más vulnerables para las fugas de temperatura. El 40% de la pérdida de calor se produce en las ventanas, por lo que es recomendable poner cortinas gruesas y si es posible, instalar doble vidrio. Con este simple cambio se puede ahorrar el 20% de la energía.

Por otro lado, en verano, cuando queramos refrigerar nuestra casa, utilicemos otra opción: como por ejemplo medios pasivos. Podemos aprovechar las corrientes o instalar ventiladores de techo. Ahora si no puedes estar sin el aire acondicionado protejamos del sol directo la unidad exterior del aparato y podremos ahorrar hasta un 10% en el consumo.
Bueno, además debemos vestirnos para la ocasión: si te abrigas evitas subir la calefacción. Y viceversa.

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